Si algo nos ha faltado a los cubanos que discrepamos con el actual
gobierno cubano es unión. No necesitamos una unidad monolítica ni
unanimidad pero si al menos cierta confluencia de ideas. Desde aquí
aporto mi idea: debemos partir de la Constitución de 1940, después,
cuando ya consigamos su reinstauración haremos las modificaciones,
enmiendas o una nueva, si hace falta, pero: 1) La del 40 es la última
Constitución votada en libertad por el pueblo de Cuba, así que
debemos respetar esa herencia de nuestros padres/abuelos, y
mejorarla, por supuesto, pero primero reclamar la herencia para que
nuevamente este en vigor. 2) Todos los actuales opositores al actual
Gobierno de Cuba, son, consciente o inconscientemente, los auténticos
continuadores de un proceso revolucionario que fue traicionado, y del
cual solo podemos sentirnos orgullosos. Por tanto, debemos tener
presente, cuando hablamos de Constitución y de la República de
Cuba, no lo hecho por Fidel y Raúl Castro y los que les rodean, sino
por los que lucharon, y luchan, todos nuestros muertos y
represaliados, y que se materializa en un documento llamado
Manifiesto del Moncada, muy difícil de encontrar en el interior y
exterior de la Isla, que no fue redactado por Fidel, y que dice en su
punto j): "La Revolución reinstaura como norma suprema de la
República la Constitución votada en 1940".